Temperatura y fibra de carbono: Lo que debes saber antes de aplicar calor o frío.
La fibra de carbono y el metal tienen comportamientos térmicos muy distintos, y entender cómo reacciona cada material al calor o al frío es clave para evitar daños en bicicletas y otras estructuras.
Expansión y contracción térmica: ¿Cómo afecta a la fibra de carbono y el metal?
Cuando se aumenta la temperatura, las partes metálicas se expanden, mientras que la fibra de carbono prácticamente no cambia de tamaño debido a su coeficiente de expansión casi nulo. Esto significa que:
Si un tornillo, rodamiento o cualquier parte metálica está atrapada dentro de una pieza de fibra de carbono, calentarla podría generar más presión, dificultando su extracción.
Si la parte metálica está por fuera de la fibra de carbono, calentarla puede ayudar a que se dilate y se afloje, facilitando su remoción.
Por otro lado, bajar la temperatura genera el efecto contrario:
Si un componente metálico está dentro de una pieza de fibra de carbono y se enfría, su tamaño disminuirá, lo que podría hacer más fácil su extracción.
Si la parte metálica está por fuera, el enfriamiento hará que se contraiga y apriete aún más la fibra de carbono, complicando su remoción.
Límites de temperatura en la fibra de carbono
Las bicicletas y componentes de fibra de carbono no deben exponerse a temperaturas superiores a 60°C, ya que esto puede afectar las resinas que mantienen unidas las fibras. A diferencia del metal, que se expande con el calor, la fibra de carbono mantiene su tamaño casi inalterado, lo que puede generar efectos no deseados si se usa calor o frío sin conocimiento.
Conclusión
Antes de aplicar calor o frío a una parte de tu bicicleta, considera la ubicación del metal respecto a la fibra de carbono. Un mal procedimiento puede generar más presión en lugar de liberar la pieza, causando daños irreparables. Conocer estos efectos es clave para evitar errores y mantener la integridad de los componentes.
Greivin Fallas Barrantes
Fundador
Difacom
